La Santísima Trinidad: Hay un solo Dios Viviente, verdadero, eterno, creador, sustentador y redentor y en la unidad de su deidad hay tres personas de una misma sustancia, poder y eternidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Jesucristo y su Resurrección: El Hijo, El Verbo de Dios, Consustancial con el Padre y El Espíritu Santo desde la eternidad, tomó cuerpo de verdadero hombre: nació de la virgen María, padeció, fue crucificado, muerto y sepultado y al tercer día resucitó para darnos vida y vida en abundancia y vendrá a consumar el establecimiento de su Reino.
El Espíritu Santo: Es una misma sustancia, majestad y gloria con el Padre y el Hijo y obra en nosotros para continuar el ministerio de Cristo.
Las Sagradas Escrituras: Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea Perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.
La Iglesia: La iglesia cuya cabeza es Jesucristo, vivificada por el Espíritu Santo, está constituida por la comunidad de creyentes que recibe el mensaje de salvación y confiesa a Jesucristo como su Señor.
Los Sacramentos: Los Sacramentos instituidos por nuestro Señor Jesucristo en su Evangelio son dos: El Bautismo y La Santa Cena.